sábado, 27 de mayo de 2017

Mi mejor argumento, el silencio

En ocasiones decidimos callar.
Pensamos que es mejor no hablar sobre determinados temas.
Nos convertimos en aliados del silencio y damos un paso atrás.
Hay quien nos tildará de cobardes, de indiferentes.
Pero estoy segura que alguien comprenderá.


Comprenderá que a veces es justo lo contrario.
Guardar silencio también es posicionarse.
Es darle a alguien más belicoso el lugar que se merece sin necesidad de palabras.
Se trata de no entrar en su juego y eso también es valentía.
Es sangre fría y nervios de acero.
Así que antes de juzgar mejor reflexionemos.

Reflexionemos porque detrás de todo siempre hay una razón.
Quizás ese alzamiento de cejas oculta magma volcánica.
Tal vez aquel encogimiento de hombros sea un esfuerzo de contención.
¿Lo sabemos? Me temo que no.
Porque para algunas personas un silencio es sólo un silencio.

3 comentarios:

  1. Muchas veces un silencio no es sólo un silencio; al contrario, suele encerrar más de lo que imaginamos. Bonito texto. Un saludo desde Las historias de Sartre

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  2. Hola!
    Me ha parecido una reflexión muy interesante, yo soy de esas personas que con el silencio dice muchas cosas y algunos de los que me conocen saben interpretarlos bastante bien jajaja
    Besos

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  3. Veo a muchas silenciosas por aquí, jeje.

    Hay que ponerse en lugar de los demás, creo yo.
    Existen personas para las que callarse puede ser un gran esfuerzo y otras para las que quejarse sea un problema.

    ¡Gracias por pasar!

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