jueves, 1 de junio de 2023

Unas reflexiones

Hola, mis queridos soñadores.

Es primero de mes y lo que suele aparecer por aquí son reportajes o entrevistas. Sin embargo, hoy me gustaría hablaros de un tema que me preocupa y me gustaría conocer vuestra opinión. Por si también os ha pasado o estáis en una situación semejante.

Hace más de tres años que lo único que escribo son relatos y pensamientos mensuales. Le dedico algo del tiempo al blog y apunto (prácticamente) todo lo que se me pasa por la cabeza. Sin embargo, mi faceta como escritora de novelas, que siempre ha sido lo que más me ha gustado, lleva muchísimo tiempo aparcada.

Cuando me paso por las redes sociales y veo la pasión del resto de la comunidad (ahora no solo me refiero a los propios escritores, sino también a los lectores) siento que no encajo, que dejé de hacerlo hace mucho tiempo y que mi relación con los libros ha cambiado tanto que ni siquiera me reconozco.


En otro momento de mi vida os hubiera dicho que tenía clara mi pasión: la lectura. Ya no. Me cuesta mucho leer. Ya no utilizo el transporte público en mi día a día, de manera que no puedo aprovechar ese rato para disfrutar de la lectura Podría hacerlo después de acabar la jornada laboral, sin embargo el tiempo libre que pueda rascar de mis quehaceres domésticos o a mis responsabilidades familiares prefiero invertirlo en cosas que no me requieran tanta atención. Con lo cual, el tiempo de lectura se centra en leer en la cama antes de dormir. Lo que no es mucho, porque llego a la hora de acostarme agotada.

Podría obligarme a hacerlo, dejar de lado todas las distracciones y enfocarme en ello. Aprovechar los fines de semana y los huecos libres disponibles. Pero imponerme algo que debería querer hacer por el simple hecho de disfrutarlo no me parece el mejor modo de recuperar la ilusión. No sé qué opinión tendréis vosotros al respecto.

También os digo que creo que este hastío no lo siento solo en relación a la literatura. Hace unas semanas empecé a preparar una partida de rol y cada paso que doy me supone un esfuerzo titánico. No me concentro, es como si me faltase energía. Lo mismo que me ocurre con el blog, pero una parte de mí cree que os estaría fallando a vosotros. Y mi pequeña biblioteca sigue adelante. Pese a todo. Contra viento y marea.

Es bastante desesperanzador que las cosas que antes significaban algo se hayan convertido en una pesada carga. Probablemente estas cosas tengan que ver, por un lado, por lo que veo en las redes sociales, como os decía antes. Sé perfectamente que estos espacios se basan en apariencias y no son reales del todo. Sin embargo, veo el tiempo que le dedican los creadores de contenido a sus proyectos, sus ganas, y me siento pequeña e inútil.

Y por otro, con mi salud mental, con mi cansancio emocional, si queremos llamarlo de alguna manera. Pero lo único que me apetece hacer es ver series y mirar el móvil. Lo que me hace sentir mal, porque siento que no estoy siendo productiva.

Es un círculo vicioso del que no sé cómo escapar. Se aceptan consejos e ideas.

Un abrazo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué te ha parecido?

Síguenos en Twitter Síguenos en Facebook Síguenos en Instagram