Sinopsis: érase una vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia. En el pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía bellos cuentos para escapar del horror de la guerra. Al cabo de un tiempo, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba palabras. Con estas palabras se escribió una historia hermosa y cruel que ahora ya es una novela inolvidable. (https://www.penguinlibros.com/es/)
Impresiones: la primera palabra que me viene a la cabeza al pensar en La ladrona de libros es «diferente». Porque creo que es la que mejor define a esta obra: una historia diferente, bien escrita y un tanto amarga en muchísimas ocasiones.
La trama, a pesar de que te van adelantando pinceladas, te encoge el corazón a cada rato. Te deja pensando y y aunque no se trate de una historia cargada de plot twists o que tenga demasiado entramado, me ha gustado mucho.
Lo mismo que los peculiares personajes que pueblan sus páginas. Son un compendio de luces y sombras que se te meten, irremediablemente, bajo la piel. En mi caso, la joven Liesel me ha parecido una protagonista de lujo. Aunque mi personaje favorito, sin ninguna duda, es Rudy. Puro amor este chico.
El estilo del autor australiano, por su parte, es versátil. Pues es capaz de mezclar fantasía oscura con novela histórica y que quede bien cohesionado todo. Un gran acierto en casi todo el libro aunque hay que reconocer que la historia avanza con demasiada lentitud.
Cita: «Sin embargo, día tras día conseguía estirarse y alisarse, indignado y agradecido. Destrozado, pero no hecho pedazos.»
Nota: 7,5. Una buena novela que mezcla varios géneros que me gustan mucho de manera coherente. Genial.
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