Frankenstein o el moderno Prometeo (Mary W. Shelly)

FICHA TÉCNICA

Título Original: Frankenstein or The Modern Prometheus 

Autor/Autora: Mary W. Shelly

Editorial: Siruela

Sinopsis: La noche del 16 de junio de 1816, después de que Lord Byron y Percy B. Shelley discutieran largamente sobre la posibilidad de descubrir el principio vital de la naturaleza y transferirlo a un cuerpo inerte, Mary W. Shelley, por entonces una joven de 19 años tuvo una memorable pesadilla sobre la visión de un monstruo creado por la ciencia humana. Este sería el punto de partida de una de las obras más proféticas de la historia de la literatura: Frankenstein o el moderno Prometeo. Un drama romántico sobre la voluntad prometeica del ser humano, decidida a emular y sustituir a Dios en el papel de creador de la vida, borrando los límites que separan lo natural y lo artificial y planteando nuevos problemas morales de consecuencias desconocidas. (http://www.casadellibro.com/)

OPINIÓN PERSONAL

La verdad es que he tardado más de la cuenta en leerme este clásico tan recomendable. Porque esta novela lo es, tanto por el estilo de Shelly (bastante adelantado a su época, ciertamente) como por la trama en sí, que deja claro que nadie debería jugar a ser Dios y crear vida por el simple hecho de experimentar y llegar hasta lo más alto. 

Otra cosa que destacado de este libro es que los personajes están perfectamente conformados y llevan a cabo su papel del modo más creíble posible. Todos resultan coherentes en su contemporaneidad, o al menos esto es lo que a mí me parece. Aunque en ocasiones se hace notorio que el protagonista es un varón y la autora no termina de captar del todo algunas sutilezas del carácter masculino.

La verdad es que el personaje de Víctor me saca un poco de mis casillas. No sólo porque a veces tenga un comportamiento fuera de lo habitual, sino sobre todo porque la mayor parte del tiempo actúa como si fuese un mártir. La frase «he sufrido más que nadie» que repite mucho no casa con alguien que ha creado a un ser viviente y lo ha abandonado a su suerte. Vamos a ver, no niego su sufrimiento (en muchas ocasiones se me ha encogido el corazón con él), simplemente creo que es una consecuencia de sus actos.

Nota: 7, un clásico muy recomendable.