En ocasiones las palabras, aunque se las lleve el viento, son capaces de herir como espadas, acariciar como plumas o todas las variantes que existen entre ambas opciones. También nos hacen reflexionar, sobre su propia forma o lo qué significan. En nuestra vida o para todas las personas, para toda la sociedad.
Hablemos por ejemplo de la palabra «destino». Puede ser el lugar final al que llevas en un viaje, el ‘destination’ inglés o puede ser el sino, ‘destiny’. En mi caso concreto, me gustaría reflexionar sobre este último término. Tiene una sonoridad muy bonita, al menos a mis oídos, pero me gustaría ir un poco más, si os parece bien.