Otra fiesta con temática de princesas en el vecindario.
Ariel, Bella, Aurora... Están todas.
Las pequeñas parecen contentas embutidas en sus pequeños vestidos.
Aunque no todas.
Una de ellas tiene el ceño fruncido.
No juega ni habla con nadie.
Hay quien ha llegado a preguntarle si está enferma.
No lo está. Sólo enfadada. Indignada.
Esas no son las princesas que a ella le gustan.
A esas hay que ayudarlas en todo.
Con manos temblorosas al fin se quita la trenca.
Su traje de princesa Leia es maravilloso, brilla como el sol.
Está encantadora con él y, como mujer, me siento orgullosa.
No todas las niñas quieren ser princesas delicadas.
Algunas desean ser guerreras. Muchas lo deseamos.
Queremos serlo. Elegimos serlo.
(Aquí mi pequeño homenaje a Carrie Fisher. Gracias por todo, princesa)
Yo siempre me he considerado una princesa guerrera jajaja
ResponderEliminarMi madre deseaba que fuera una princesita y yo me negaba jajaja
Me siento identificada con la niña del fragmento
un besito ^^
¡Me encanta que digas eso!
ResponderEliminarYo también, jeje.
Tendo una parte cursi, pero en esencia me gusta ser fuerte :)