miércoles, 27 de noviembre de 2019

Escritores que no escriben

Hoy me gustaría reflexionar sobre un tema que, al menos para mí, es muy importante: el escritor que pierde el camino. Empezaré diciendo que escribir es una pasión como otra cualquiera. No la llamo afición (para mí no se trata de eso) porque estoy segura de que para los juntamos letras es mucho más que un simple divertimento o una manera de pasar el rato. Es una forma de vida, es algo que nos hace ser quienes somos y que nos completa. Por eso, cuando estamos en medio de un bloqueo creativo o de cualquier tipo, nos entristecemos. Sentimos que nos estamos fallando a nosotros mismos y a los que se preocupan por nosotros. Los he vivido y sé de lo que hablo. 

A veces se trata de simples descansos. Nuestra mente nos pide que paremos y seguir adelante es empecinarse, agobiarse más y acabar todavía más descontentos de lo que estábamos. No merece la pena. Además, en algunos casos, la frustración y la desidia pueden convertirse en algo más serio y esa es una línea que es mejor no cruzar. Si, por el contrario, ir dejándolo para el día siguiente se acaba convirtiendo en un hábito tenemos que hacer algo para poner las cosas en su sitio. Para reencontrarnos con nosotros mismos. Si ocurre de esta manera debemos decir basta y parar el círculo para que no se eternice. 


¿Cómo? Si cada persona es un mundo no hace falta que os cuente que cada escritor también lo es. De manera que lo que funciona para unos podría no hacerlo para otros. Es algo muy personal, al igual que el propio proceso creativo en sí. Hay quien necesita inspirarse: leer mucho, ver películas y series que a uno le encanten, viajar, centrarse en otras actividades para que el cuerpo vuelva a tener ganas de teclear... Yo me decanto por las dos primeras y por los largos paseos. Me ayudan a reflexionar, a poner la mente al día, a desconectar de todo y a inspirarme. De hecho, algunas ideas se me han presentado mientras caminaba enfrascada en mis propios pensamientos. Y es una sensación maravillosa. 

Este mes de noviembre, también me ha venido muy bien participar (aunque sin apuntarme de manera oficial en ningún sitio) en el National Novel Writing Month (NaNoWriMo o simplemente NaNo). Por si no lo conocéis, es un reto que viene a ser terminar un novela de 50.000 palabras en el mes de noviembre. Cuenta con un foro para los usuarios, trucos y otras cosas que vienen muy bien como motivación. En mi caso, me he puesto mi propio desafío y estoy consiguiendo escribir cada día. Lo sorprendente ha sido que muchos de los días incluso he conseguido alcanzar y hasta superar la cifra oficial del evento. Quizás sea el compromiso, el salseo u otra cosa, pero lo cierto es que a mí me funciona y se lo recomiendo a todo el mundo. 

¿Qué hacéis vosotros cuándo tenéis un bloqueo creativo o de otro tipo? 

1 comentario:

  1. ¡Hola!
    Pues también me decanto por lo mismo que tú: leer mucho y ver pelis y series, además de escuchar música muy concreta, que parece elegida para estos bloqueos.
    Lo del NaNo lo he visto por muchos blogs y tiene muy buena pinta, aunque, ahora mismo, con todo lo que tengo encima prefiero pasar y centrarme solo en escribir de vez en cuando en el blog XD
    ¡Un saludo!

    ResponderEliminar

¿Qué te ha parecido?

Síguenos en Twitter Síguenos en Facebook Síguenos en Instagram