El antagonista literario

Vuelvo por estos lares, lectores, y esta vez con un nuevo reportaje. Como ya sabéis (y si no es así, os los cuento) una de las cosas que más me llama la atención de las novelas que leo son los personajes. Si la historia es buena, te sorprende y está escrita de modo exquisito pero tiene personajes flojos, el libro pierde mucho para mí. 

El/la protagonista es algo muy importante, no hay duda. Sin embargo, otro punto esencial para mí es su Némesis, el enemigo, también conocido como «el malo». En estos casos, me gusta que tenga sus razones. Que sea como es por una razón. Que la vida lo haya vapuleado de tal manera que haya tomado decisiones que lo han llevado al lado oscuro. 

Obsesiones, un corazón roto o simplemente una sociedad llena de sombras han podido conformar a nuestro antagonista en lo que es. Quizás no haya una razón potente, simplemente sea su naturaleza, pero me gusta más cuando la hay. Los hace más creíbles, al menos desde mi punto de vista. Me gusta también que tengan matices (no todo es blanco o negro) y que tengan posibilidad de redención. Soy un poco exquisita con esas cosas, la verdad. 

Sé lo complicado que os hacer un antagonista carismático. Así que aquí os traigo algunos de mis favoritos. ¡Quedo a la espera de vuestros comentarios. 

- Hathrem de Elantris (Brandon Sanderson): no sé si definir al tercero en discordia en esta fantástica novela como antagonista sería correcto. Quizás sea mejor decir que es quien se opone al resto. En cualquier caso, es un personaje que me encantó. Tiene unas fuertes convicciones, pero el autor estadounidense lo hace humano, real, y creo que eso es lo que nos enamora da él. 

- William Hamley de Los pilares de la tierra (Ken Follett): vale, quizás tenga una visión un tanto distorsionada por haberme leído este libro hace mucho tiempo. Pero en esos momentos no podía más que pensar que este tipo era la personificación del mal. La codicia, la envidia y el orgullo lo forjaron y llegué a odiarlo. Ken Follett hizo un trabajo estupendo. 

- Drácula, de la novela homónima de Bram Stoker fue uno de los antagonistas más recordados de todos los tiempos. El autor londinense supo retratar a un monstruo humanizado con el que podemos tener algunas cosas en común. Me resulta increíble esta capacidad de hacer algo así. (clásicos) 

- Lord Voldemort (Tom Riddle) de Harry Potter (J.K. Rowling) es el ejemplo perfecto de la caída a los infiernos de un chico con pocas oportunidades. Cierto es que podría haber actuado de otra manera. Pero esta es una posibilidad tan válida como cualquier otra, una real. ¿No os parece? 

Estos son tan solo algunos ejemplos. No descarto seguir ampliando la lista en futuras ocasiones. ¡Feliz lectura!