No puedo escribir.
Desde que terminó el NaNoWrimo he sido incapaz de juntar un par de letras más allá de estas reflexiones o el propio blog. Escribo correos electrónicos, me dejo recordatorios para no olvidar tareas pendientes, apunto a mano mis impresiones sobre libros pero más allá de esto soy incapaz de ponerme con mis propias historias.
Estoy bloqueada. Me siento perdida.
A veces pienso que nunca volveré a ser capaz de retomar todo lo que he dejado a medias, que he perdido algo valioso que nunca voy a recuperar. En otras ocasiones quiero creer que solo es un bache. Que volveré a ser la que era. Pero sigo sin tener los arrestos de sentarme frente a la hoja en blanco. Las pocas veces que lo he intentado empieza a temblarme todo el cuerpo, me levanto y salgo corriendo.
Sé cuáles son mis problemas: las dichosas comparaciones y la autoestima baja. No es que piense que soy la peor o que no valgo para nada. Tengo virtudes, como todo el mundo. El problema se encuentra en que a veces me da por pensar que no estoy hecha para esto. Que no es lo mío.
Me da pánico perderme a mí misma en este mar de silencio. Me aterroriza no volver a ser capaz de contar historias. Sin embargo, me quedo clavada en el sitio. Como una figura de barro incapaz de hacer nada. Me paro, reflexiono, busco excusas, pero lo cierto es que de momento no he vuelto a escribir y eso me produce muchísimas angustia.
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