Libertad de prensa... y libros

¡Hola, mis queridos soñadores!

Seguimos arrancando hojas al calendario de este 2023 y ya estamos en mayo. Un mes que viene muy cargado de novedades editoriales, pero también un mes en el que se celebran diferentes cosas. Por ejemplo, hoy es el Día de la Libertad de Prensa y, por si no lo sabéis, yo soy licenciada en Periodismo.

Hace unos años, en una entrevista me preguntaron si veía diferencias entre ser escritora y ser periodista y, aunque la respuesta quedará para quien oyera aquel programa, no he podido evitar querer llevarme el tema al que ahora es más mi terreno: los libros.

Más allá de ratificar la necesidad que tienen los profesionales del medio de ser libres y estar protegidos, me gustaría hablaros de algunos libros que leí en la universidad y que aún a día de hoy, los recuerdo con especial cariño.

El primero de ellos no podía ser más que Mentiras. Viaje de un periodista a la desinformación, de Xavier Mas de Xaxás, editado en Destino. En él, el autor pone el énfasis en la realidad de esta profesión tan vocacional y, a la vez, tan compleja.

A lo largo de esta obra, escrita con una pluma potente y con un estilo directo y sin encorsetar, los jóvenes estudiantes de Periodismo reciben un baño de realidad de cómo es realmente la profesión y no de lo idealizada que la solemos tener. Aunque muchos de nosotros ya tuviéramos alguna idea de cómo iría el asunto.

La lectura me gustó porque (dejadme hacer memoria, que han pasado ya unos cuantos años, aunque no diremos cuántos) no me resultó un manual ni un libro didáctico al uso. Me pareció un libro bastante entretenido y me hizo reflexionar.

El que si recuerdo como un manual más al uso pero que me resultó bastante útil, incluso el tiempo que estuve trabajando de redactora en un medio digital, fue Géneros Complementarios del Periodismo, de Antonio López Hidalgo. En esta obra de Comunicación Social Ediciones y Publicaciones, se hace un buen repaso a los formatos del periodismo visual.

Tengo ambos libros entre mis manos y los miro con nostalgia, no solo por la profesión, tan necesaria y en ocasiones tan poco valorada, sino también por los recuerdos que hay alrededor de los dos: las risas y confidencias de un grupo de amigas que ha llegado a convertirse en mi familia.

Dejando un poco de lado la añoranza, cambiamos de tercio. Si me conocéis un poco ya también sabréis que leo de todo, así que no es de extrañar que por aquel entonces me hiciera con Papel moneda de Ken Follett, editado en Debolsillo Ediciones. Debo reconocer que en mis tiempos universitarios estaba un poco obsesionada con el autor de Los pilares de la tierra, así que hacerme con una novela donde el periodismo y las mafias se llevan el protagonismo no debería sorprender a nadie.

No recuerdo mucho esta obra, hace bastante tiempo que me la leí, pero lo que si que tengo presente es que me gustó mucho la ambientación. Lo que creo que ya es un logro. Quizás la relea. Aunque teniendo en cuenta que aún no he cumplido con mis intenciones lectoras de este año quizás haya que dejarlo estar de momento.

Mientras, nos quedamos con que hoy es el Día de La Libertad de Prensa, una oportunidad para que nuestros gobiernos hagan examen de conciencia sobre cómo funcionan los medios de comunicación 

y los defiendan para que puedan ser libres y tener seguridad personal.

Hoy, más que nunca, feliz lectura.