Entrevista a Carolina Corvillo

Carolina Corvillo, autora de Hambre de Pájaro a cuya presentación tuve el placer de asistir hace unas semanas, se desnuda en La Biblioteca de Selene mostrándonos aspectos de su método de trabajo, su estilo y de las fuentes de las que bebe en la creación de sus obras. 

En la siguiente entrevista tenemos la oportunidad de conocer un poco más a la también autora de Yo desobedezco o cuento de Ámsterdam, Cantares no autorizados del Reino de Nim, Latidos del Mar o Dos cadáveres pudriéndose en el río. 

También letrista y guionista, cuenta en su haber con la comedia negra Reservoir Cats (coescrita junto a Ricard Reguant y dirigida por él mismo), Los sueños de Ariadna (espectáculo musical para el grupo Sybiliam), el cómic Virgo (que cuenta con el dibujo de Colt García y la tinta de Nines Amaro), los cortometrajes Dentro y Dame un verso, ambos dirigidos por Facundo Tosso y es integrante de los grupos musicales Blacksleeves (creado junto a Otto Speer) y Sybiliam (cocreado junto a Eiyom). 

Pero nada mejor que conocerla por vosotros mismos. Aquí tenéis a Carolina Corvillo. 

- ¿Cuál es tu rutina a la hora de escribir, sigues algún método, cómo te documentas? 

Depende de qué esté escribiendo (narrativa, cómic, teatro...), aunque hay puntos comunes. Normalmente escribo hasta llegar a un punto en el que tengo que tomar una decisión importante de hacia dónde llevo la trama. Entonces paro, me tumbo en el sofá o en la cama, y me sumerjo en la historia hasta dar con una solución. A veces llega en ese momento… a veces al día siguiente, cuando menos me lo espero. Lo que tengo claro es que toda historia requiere un pensamiento activo. Aunque la escritura sea el momento de la verdad, no solo la vives cuando la escribes; la piensas, la sueñas, te sorprende en momentos que no imaginas. Me gusta pensar en ello como una sana obsesión (aunque hay quien diría que no hay obsesiones sanas…) y esto se aplica a todo.

Carolina entre Marga García Palacios (de Editorial MaLuma) 

y Emilio López Sith (de El sótano de Radio Belgrado) en la 

presentación de Hambre de Pájaro en Madrid.

En cuanto a la documentación, en la era de Internet me siento tremendamente afortunada. Internet es un medio básico, no solo por la cantidad de artículos que puedes encontrar. También por las listas bibliográficas, archivos de periódicos y revistas antiguas y, una de las cosas más importantes, las personas. Conectar con expertos en el tema del que te estás documentando es más sencillo que nunca. Sin ir más lejos, tuve la oportunidad de intercambiar unos cuantos (y valiosos) mails con la biógrafa de una actriz de cine mudo sobre la que estoy escribiendo. Esto era impensable hace unos años. Al menos no con tanta facilidad. 

- De media, ¿cuánto tardas en tener terminada al 100% una de tus obras (guiones, relatos, novelas)? 

Depende. Cuando la documentación es muy densa suelo tardar más. Luego, cada obra es diferente y dicta sus propios ritmos. Uno de los guiones de cómic de los que estoy más orgullosa lo terminé en un verano de escritura intensiva, aunque, claro, si le agregamos el proceso de documentación, podría decir que unos nueve meses. Nueve meses es el tiempo perfecto, entre documentación, escritura y corrección. 

- ¿Qué haces para inspirarte, escuchas música, paseas?, ¿qué banda sonora pondrías a tus obras? 

Lo primero de todo, el impulso de escribir, al menos para mí, surge de la admiración. Creo que me sería imposible escribir sin admirar otras obras, otros artistas. Esto va unido a la curiosidad cuando leo sobre algún tema, cuando escucho una noticia o cuando tengo una conversación interesante con alguien. Cuando la curiosidad “me pica” puedo llegar a obsesionarme bastante, hasta el punto de arramplar con todo lo que esté relacionado: películas, libros, artículos… Eso, unido a la admiración, hace que sienta el deseo de transmitir lo que me apasiona desde una perspectiva propia. 

El grupo musical Blacksleeves

Cuando ya me pongo delante del ordenador, la música puede ayudar. Creo que es bastante común en la gente que escribe. La música me ayuda a desconectar de lo que hay alrededor y me ayuda a crear una atmósfera para la historia que estoy escribiendo. Sin embargo, no siempre es así. A veces necesito escribir en completo silencio o con sonido de lluvia de fondo.

En cuanto a la banda sonora que le pondría a mis obras… Hambre de Pájaro, mi último libro de relatos publicado, iría bien con There Will Be No Intermission, el  último disco de Amanda Palmer, 100 other lovers de DeVotchKa, Honeymoon, de Lana del Rey. La música es imprescindible en lo que escribo. Incluso a veces pongo referencias directas. Esto en Hambre de Pájaro se ve muy bien. Honeymoon de Lana tiene una importancia tremenda en una parte en la que una de las protagonistas cae en la locura. Por supuesto, también diría que la música de Otto Speer ha sido un punto clave. Muchos de los relatos tienen en sus títulos referencias directas a las canciones que creamos para nuestro grupo Blacksleeves. Algunas de esas canciones han sido el germen de varias historias. 

- ¿Cómo empezaste a escribir, desde niña has sentido esa necesidad, cuál crees que fue tu primera obra por derecho? 

Sí, desde niña he escrito. Todavía tengo una carpeta por ahí con mis cuentos de cuando era pequeña. Luego, en primaria, escribía obras de teatro con mi amiga Alejandra y siempre liábamos a varios niños y niñas de nuestra clase para ensayarlas en la hora del comedor. Nuestro primer personaje importante fue Doña Eugenia, una vecina malhumorada que siempre estaba detrás de las protagonistas Anita y Sandrita, que, como podéis imaginar, éramos mi amiga y yo… Luego, siendo adolescente, escribía muchísima fantasía y relatos de corte gótico. En fin, qué recuerdos. Aunque, claro, mi primera obra… la obra “de pistoletazo” por así decirlo… es complicado, diría que fue Yo desobedezco o cuento de Ámsterdam, mi primera novela publicada. Ahora la siento un poco ajena a mi estilo escribiendo, pero estoy orgullosa de ver una evolución. O, tal vez, Virgo, una historia de género fantástico-existencial que escribí como guión audiovisual y que más tarde adapté a cómic junto a Eduardo Gutiérrez a los lápices y Nines Amaro a la tinta (puede leerse en Comixology). 

- Eres una profesional multidisciplinar pero, ¿en cuál de tus actividades te sientes más cómoda?, ¿en qué género literario te sientes más relajada y disfrutas más? 

Tras vencer la oscuridad inicial, en la que el proyecto necesita ser pensado y diseñado, me siento cómoda en cualquier trabajo que afronto, con los inevitables altibajos. Hay obras más sencillas que otras, pero no tiene que ver, al menos para mí, con la rama artística, sino con el carácter propio de la historia y con aquello a lo que me esté enfrentando conceptualmente en ese momento. 

- Has escrito relatos, guiones de cine y teatro y una novela llamada Yo desobedezco o cuento de Ámsterdam. ¿Cuál de estos trabajos te ha hecho sentir más orgullosa, tienes pensado seguir ampliando horizontes? 

Por ahora, Hambre de Pájaro, mi último libro de relatos publicado con bellísimas ilustraciones de Sastraka, es lo que me tiene más contenta. En el ámbito audiovisual, diría que Dentro, corto dirigido por Facundo Tosso y, en el ámbito de guión de cómic, un título que, por ahora, es inédito y que tiene que ver con el marqués de Sade. En música estoy especialmente orgullosa de Born Twice, segundo trabajo de Sybiliam en el que tratamos los misterios de Dionisos, con Daniel Castro componiendo el instrumental, Juanma Guijarro a las guitarras, Sergio Fernández Moreno como segunda voz y yo como letrista, cantante y compositora de melodías de voz. Creo que hicimos un equipo muy bueno. Ahora Sybiliam no está en activo por motivos personales y profesionales, pero el proyecto sigue palpitando… 

En cuanto a ampliar horizontes, de momento estoy satisfecha con las áreas en las que me muevo, aunque quién sabe los descubrimientos que depara el futuro.

- ¿Estás trabajando en algo nuevo, cuáles son tus proyectos inminentes? 

Ahora estoy con una nueva obra de teatro y terminando el guión de un proyecto de cómic sobre una actriz de cine mudo que tengo junto al dibujante Roberto Sanz. Hay más proyectos abiertos, pero quiero dejar primero cerrados estos dos. 

- ¿Cuáles son tus influencias literarias, quiénes te han causado mayor impresión, qué géneros o autores sueles tener en la mesilla de noche? 

Me gusta muchísimo la escritora belga Amélie Nothomb, creo que, junto a Oscar Wilde, es la autora de la que me he leído absolutamente todo lo que se ha traducido. Hay obras suyas que me gustan más que otras... pero todas resultan adictivas. Los japoneses también tienen un lugar en mi corazón, en especial Kawabata y Tanizaki. Cruzando el charco, mencionaría a Jeffrey Eugenides y a Fitzgerald. En el panorama nacional me quedo con Hernán Migoya, en novela y en cómic, y, si ya nos centramos exclusivamente en cómic, vuelvo a Bélgica con Dufaux, uno de los autores que más me ha inspirado por el equilibrio que consigue entre el entretenimiento y la profundidad conceptual. 

Si tuviera que elegir una novela sería Las Amistades Peligrosas, de Chordelos-Laclos. Creo que es una de las obras que más he disfrutado leyendo, sin olvidarme de Historia de O, Hermosos y malditos o La venus de las pieles. Sin embargo, en mi mesilla de noche tendría permanentemente La historia interminable y La princesa prometida como salvavidas. Ah, y Los alegres viajeros, de la escritora Marcelle Lerme-Walter. 

Me dejo muchos autores en el tintero, pero creo que este es un boceto bastante bueno. 

Estreno de Reservoir Cats en Bucarest (2017)

- ¿Y las cinematográficas? ¿Qué dramaturgos te apasionan? 

Ahora estoy descubriendo el teatro de Doug Wright, guionista de Quills, una de mis películas favoritas, y estoy enamorándome completamente. Tiene todos los elementos sobre los que me apasiona escribir y sus personajes presentan batalla dialéctica constante. Quiero imaginarme que el marqués de Sade fue tal y como él lo construye para Quills. También he estado leyendo Spring Awakening, de Frank Wedekind, obra del siglo XIX sobre el descubrimiento de la sexualidad de un grupo de adolescentes, escrita con todo lujo de crueldades, que me encantaría ver representada. He visto la adaptación musical (en Youtube) y me atrapa desde la primera canción. También está Yasmina Reza, con Arte y Un dios carnal (cuya adaptación al cine por Polanski es maravillosa). La adaptación teatral de La venus de las pieles de David Ives también me parece increíble (de nuevo, adaptada con maestría por Polanski). Me gusta mucho el planteamiento de dos personajes inmersos en un reto psicológico, poniéndose constantemente contra las cuerdas, y creo que es algo que se ve en mi escritura. También de ahí mi pasión por la película Las amistades peligrosas, con el salvaje duelo de Valmont y Merteuil.

Volviendo al teatro, en el panorama nacional me gusta mucho Miguel Will, de José Carlos Somoza. Y cruzando el charco de nuevo, sonará manido, pero Un tranvía llamado deseo de Tennessee Williams me parece una obra hipnótica y llena de fuerza (no sé cómo hay gente capaz de equiparar Blue Jasmine de Woody Allen a esta joya, con todo mi respeto por el maestro). Oleanna de Mamet también me encanta; pese a ser del año 92, es de una actualidad increíble por todo el revuelo de lo políticamente correcto. 

Influencias cinematográficas, por no enrollarme mucho más, dejo unos pocos títulos. En películas Todas las mañanas del mundo, Soñadores, Chloe, Match Point, Kill Bill Vol. 2. En series: Deadwood, Flesh and bone, y la imprescindible Roma. Creo que con el tiempo Roma se ha convertido en mi brújula dramática a la hora de escribir. 

- ¿Cuál consideras qué ha sido el mejor libro de 2018 y de lo que llevamos de 2019? 

¡Qué pregunta más difícil! Mi libro favorito del 2018. Entiendo que se refiere a los que han sido publicados en ese año en España. Diría que Riquete el del Copete, de Nothomb, porque, de nuevo, se reinventa en clave de cuento sin abandonar los temas que le apasionan: la belleza, la fealdad, el amor por lo insólito. En un circuito independiente, tengo que mencionar sin duda a la ilustradora Irina Hirondelle, que sacó un bellísimo libro llamado “Efemérides ilustradas de España”, con 31 ilustraciones acompañadas de sus respectivos textos. Del 2019… Es pronto para decirlo. “La llamada de la tribu”, ensayo autobiográfico de Mario Vargas Llosa, me parece muy interesante. 

- ¿Nos recomiendas un clásico? 

La Ilíada. La cólera de Aquiles sigue retumbando en 2019.