Sinopsis: Prepárese para entrar en un mundo único y lleno de encanto, donde el tiempo se ha detenido: estamos en la segunda década del siglo XX, en unos Estados Unidos todavía rurales y de paisajes idílicos, donde conviven los viejos carromatos y los novísimos automóviles; Roger Mifflin, un librero ambulante que desea regresar a Brooklyn para redactar sus memorias, vende su singular librería sobre ruedas (junto a su yegua y su perro) a la ya madura señorita Helen McGill, quien decide, harta de la monótona de su vida, lanzarse a la aventura y recorrer mundo. A partir de ese momento se sucederán los encuentros y los desencuentros, y las más divertidas peripecias se darán la mano con las grandes enseñanzas que proporcionan libros y librero (http://www.editorialperiferica.com)
Impresiones: una novela corta y muy amena con la que me estreno en el club de lectura al que me uní y tuve que dejar por temas laborales. Se lee de un tirón y te deja con un estupendo sabor de boca. A grandes rasgos, se trata de una historia que me ha resultado muy amable y optimista. Cosa que necesitaba. La verdad.
El mensaje de ser uno mismo, luchar por nuestros sueños y dejar de vivir por y para los demás para centrarnos en nosotros es tan poderoso que, a veces, te olvidas de la sencillez de la trama o de la falta de profundidad en los personajes.
Porque, mucho me temo amigos lectores, que más allá de la propia Helen (a la que tampoco es que se nos muestre demasiado), los personajes son poco más que superficiales descripciones. Al menos en mi caso me hubiera gustado conocerlos un poco mejor. Aunque debo dejar claro que la relación entre la protagonista y el profesor es adorable.
La historia, por su parte, no ofrece mucha trama tampoco. Pero soy de la opinión de que esta novela hay que verla en su contemporaneidad, cuando debió ser toda una revolución. Además, creo que refleja muy bien lo que debió ser el principio del siglo XX en los EEUU rurales.
Si a ello le sumamos que los libros están en el centro de todo, no podemos sino considerarla una novela interesante, fresca y dinámica.
Impresiones: una novela corta y muy amena con la que me estreno en el club de lectura al que me uní y tuve que dejar por temas laborales. Se lee de un tirón y te deja con un estupendo sabor de boca. A grandes rasgos, se trata de una historia que me ha resultado muy amable y optimista. Cosa que necesitaba. La verdad.
El mensaje de ser uno mismo, luchar por nuestros sueños y dejar de vivir por y para los demás para centrarnos en nosotros es tan poderoso que, a veces, te olvidas de la sencillez de la trama o de la falta de profundidad en los personajes.
Porque, mucho me temo amigos lectores, que más allá de la propia Helen (a la que tampoco es que se nos muestre demasiado), los personajes son poco más que superficiales descripciones. Al menos en mi caso me hubiera gustado conocerlos un poco mejor. Aunque debo dejar claro que la relación entre la protagonista y el profesor es adorable.
La historia, por su parte, no ofrece mucha trama tampoco. Pero soy de la opinión de que esta novela hay que verla en su contemporaneidad, cuando debió ser toda una revolución. Además, creo que refleja muy bien lo que debió ser el principio del siglo XX en los EEUU rurales.
Si a ello le sumamos que los libros están en el centro de todo, no podemos sino considerarla una novela interesante, fresca y dinámica.
Cita: «Lo que quiero decir es: ¿quién se ha aventurado alguna vez en las montañas y en los campos para llevarles la literatura a las gentes más simples?, ¿quién ha llevado la literatura hasta sus mismos hogares, hasta sus razones y sus corazones, como dicen por ahí?»
Nota: 6. Un libro con un bonito mensaje de fondo: seguir nuestros sueños.
Nota: 6. Un libro con un bonito mensaje de fondo: seguir nuestros sueños.
¡Hola!
ResponderEliminarEsta es una de esas novelas que tengo pendiente desde hace mucho, ya que me llama mucho la idea y que básicamente trate de libros. Perfecta para evadirte.
¡Un saludo!