Sinopsis: Oliver tiene diecisiete años y vive en una pequeña ciudad llamada Luria. Su día a día no es tan diferente del de cualquier adolescente: levantarse, discutir con Aubree, ir al instituto, volver a discutir con Aubree, regresar a casa. Y salvar la ciudad siendo Orikel, el héroe del que todo el mundo habla. Pero hasta los héroes más valientes necesitan ayuda, aunque eso signifique tener que mentir a la persona que te cura las heridas noche tras noche.
Ser compañeros es más complicado de lo que puede parecer, pero cuando confías ciegamente en alguien, eres capaz hasta de saltar al vacío sin importar las consecuencias. Es ahora cuando deberán poner a prueba esa confianza: Hestia ha regresado.
Los héroes lloran, los héroes sangran y, sobre todo, los héroes también mueren. (https://helaediciones.com)
Impresiones: Isabel Collazo González nos mete a las mil maravillas en la mente y en la piel de un par de adolescentes con un secreto difícil de gestionar y que amenaza con tambalear todo lo que creían conocer.
Oliver y Aubree, los protagonistas de esta novela, son uno de los puntos fuertes de esta obra (aunque no el único). Son dos personajes coherentes y creíbles, cosa que se agradece. Porque en ocasiones los autores son incapaces de retratar algunas etapas de la vida y Collazo lo hace de modo magnífico. Oliver es un chico encantador, con todos los problemas de un adolescente normal al que se le une tener que salvar la ciudad cada noche.¡Me encanta!
El worldbuilding y la trama te atrapan desde el primer momento. Salvando las distancias, el universo de Orikel es muy parecido al de un anime o al de una serie de Disney Channel. Que todo empezara como un fan fiction de Lady Bug sin duda ha tenido que ver con esto último. Si a ello le unimos las potentes ilustraciones de Sandra G.N. tenemos una novela con estética cómic muy interesante.
Me gusta mucho como un hecho del pasado articula el presente y como la autora consigue fundir una historia cotidiana de adolescentes con algo ancestral y mágico. No es tan sencillo escribir fantasía urbana como parece y la autora asturiana lo hace con soltura.
En cuanto al argumento, es sencillo pero absorbente y evocador. Te imaginas, además, cada detalle gracias a la pluma fluida de Collazo.
Cita: «Pero me habían elegido. No sé si Weespe u otra criatura, aún así, Orikel era yo y no otra persona. Era mi responsabilidad.»
Nota: 8. Una historia juvenil que no solo hará las delicias de los jóvenes. Muy recomendable y entretenida.
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