Sinopsis: Bienvenido a Ciudad Jano, una regia, espléndida e inabarcable urbe que ha dado refugio a los damnificados tras la catástrofe de Ciudad Fortuna.
Durante el verano del año dieciocho, más de dos años y medio después de Destellos de oscuridad, Alexander Berkel y la mayoría de los supervivientes del «fenómeno» viven ahora en Ciudad Jano, capital del país, a la espera de poder volver a su verdadero hogar, Ciudad Fortuna, convertida en una urbe desierta que nadie ha vuelto a pisar.
Durante el verano del año dieciocho, más de dos años y medio después de Destellos de oscuridad, Alexander Berkel y la mayoría de los supervivientes del «fenómeno» viven ahora en Ciudad Jano, capital del país, a la espera de poder volver a su verdadero hogar, Ciudad Fortuna, convertida en una urbe desierta que nadie ha vuelto a pisar.
Alexander, al fin libre de las falsas acusaciones que pesaban sobre él, trata de llevar una vida lo más normal posible para un gafe. Sin embargo, debe aceptar un espinoso encargo «que no puede rechazar» de la Organización Heptágono. Esto le llevará a encabezar una operación que le enfrentará al enemigo más poderoso al que haya podido desafiar nunca.
Entretanto, alguien muy cercano a Alexander descubre casualmente una pista que podría resolver el último misterio relacionado con su familia, un enigma acerca del pasado de Héctor, su padre adoptivo, el hombre gafe cuyo amuleto fue una herradura de latón. (https://lektu.com)
Impresiones: apartados de Ciudad Fortuna, en el cuarto volumen de la saga nos vemos inmersos en una historia con un corte mucho más íntimo y vemos cómo empiezan a encajar algunas piezas. Sin entrar mucho en detalles, he de decir, que hay cosas que me han hecho emocionarme mucho.
La prosa de David F. Cañaveral engancha desde el primer momento, como ya es habitual en el escritor madrileño. En cuanto a la trama, a pesar de ser mucho más emocional, te mantiene en vilo y no te suelta.
Alexander Berkel (ya sabéis lo mucho que me gusta este personaje) vive cosas que son nuevas para él, pues su tara siempre lo tuvo apartado de ellas. Es interesante verlo en esta tesitura, porque es en momentos así cuando nos damos cuenta de lo mucho que ha evolucionado el personaje. Desde mi punto de vista ha sido una trayectoria correcta y realista.
Como siempre, ando enamorada del worldbuilding de la obra y del trasfondo de la saga. Que la suerte sea el eje principal siempre me ha parecido una maravilla. Los mensajes que se transmiten alrededor de ella son muy potentes y esclarecedores.
Otro de los puntos fuertes de la novela es, sin duda, la capacidad que tiene F. Cañaveral de entrelazar tramas y de crear personajes por los que el lector siente justo lo que el autor tiene intención que sienta.
La prosa de David F. Cañaveral engancha desde el primer momento, como ya es habitual en el escritor madrileño. En cuanto a la trama, a pesar de ser mucho más emocional, te mantiene en vilo y no te suelta.
Alexander Berkel (ya sabéis lo mucho que me gusta este personaje) vive cosas que son nuevas para él, pues su tara siempre lo tuvo apartado de ellas. Es interesante verlo en esta tesitura, porque es en momentos así cuando nos damos cuenta de lo mucho que ha evolucionado el personaje. Desde mi punto de vista ha sido una trayectoria correcta y realista.
Como siempre, ando enamorada del worldbuilding de la obra y del trasfondo de la saga. Que la suerte sea el eje principal siempre me ha parecido una maravilla. Los mensajes que se transmiten alrededor de ella son muy potentes y esclarecedores.
Otro de los puntos fuertes de la novela es, sin duda, la capacidad que tiene F. Cañaveral de entrelazar tramas y de crear personajes por los que el lector siente justo lo que el autor tiene intención que sienta.
Como siempre, deseando volver a leer algo de David.
Cita: «Odio el silencio. Cuando todo se silencia, se intensifican las emociones, duele la pérdida y arde el vacío.»
Nota: 7,5. Hasta la próxima, Alexander y compañía.
Nota: 7,5. Hasta la próxima, Alexander y compañía.
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